Mi primera intervención en este ejercicio, fue proponer que la tela no estuviera estirada completamente sino que la misma formara una especie de "laberinto", aunque no se logró, por lo menos se generaron otras texturas al doblarla hacia lados contrarios.
Finalmente propuse las lanas blancas que colgaban del techo, esto con el fin de generar alguna sensación en las personas al pasar debajo de las telas mientras hacían contacto con sus pieles.
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